Os traigo un tutorial sencillo y resultón. Dado que tenemos las navidades muy cerquita, he decidido hacer unos farolillos con diferentes acabados y así adelantamos cosillas de la decoración navideña.
Material, vamos a utilizar:
- Botes de cristal: sirve cualquier bote, de papillas de bebé, de mermelada, yogures, de legumbres…
- Cuerdas y puntillas.
- Pintura en espray blanca, o el color que más os guste.
- Bolsas de plástico grande, cinta de carrocero o cinta de embalar.
- Estropajo y lavavajillas.
- Alcohol, paños de algodón que no dejen pelusilla.
- Papel de diario o similar.
Antes de empezar, hay que preparar bien el material que vamos a usar y la zona de trabajo.
Quitaremos las etiquetas y restos de cola de los tarros, y los lavaremos bien con agua caliente y detergente. Secamos y pasamos un paño, que no deje pelusilla, con alcohol para quitar los restos de grasa.
Preparamos la zona de trabajo. Yo he forrado la mesa de trabajo y la zona de la pared más cercana con bolsas de plástico grandes que he abierto y unido con cinta de embalar. También he puesto papel de periódico encima del plástico, ya que es más poroso y permitirá que se seque antes la pintura.
Ahora ya podemos preparar los tarros para pintarlos.
En mi caso, he decidido pintar siete tarros. Cuatro de ellos redondos y con tapa, y los otros tres son cuadrados. Todos tienen más o menos la misma altura, unos doce centímetros y hacen unos diez de ancho, de modo que son bastante cómodos para poder poner en su interior una vela.
En mi caso, he decidido pintar siete tarros. Cuatro de ellos redondos y con tapa, y los otros tres son cuadrados. Todos tienen más o menos la misma altura, unos doce centímetros y hacen unos diez de ancho, de modo que son bastante cómodos para poder poner en su interior una vela.
Los botes redondos los he preparado liando a su alrededor cuerdas y cintas, aunque también se puede hacer con gomas de caucho, las típicas llamadas de pollo. Para ello he puesto un extremo de la cuerda dentro del bote y lo he sujetado con un poco de cinta de embalar, siempre por el interior. A continuación, he ido dando vueltas con la cuerda al bote sin ningún orden, subiendo, bajando y cruzándolas; pero siempre apretando fuerte para que no caiga hacia abajo. UCuando se decide que ya estaba bien, se atan con un nudo fuerte.
Tenemos que pensar que cuando este pintado, quedara al contrario de cómo lo vemos ahora, como en negativo. Lo que está cubierto de cuerda quedará transparente, y el cristal estará cubierto de pintura. Se ha de tener en cuenta que cuanta más cuerda haya y más junta, más transparencia tendremos. Es aquí cuando interviene la imaginación y el gusto de cada uno.
Los botes cuadrados los preparé con puntillas y encajes de diferentes anchos.
La verdad es que así, con las puntillas sobre el cristal, si la encoláis, también quedan muy bonitos.
Una vez todos los tarros preparados, se ponen boca abajo para pintar.
Yo he usado pintura de color blanco roto satinada, que le da un punto de brillo como si estuviese encerada y con espray, ya que cubre mejor.
Agitamos la pintura un par de minutos, sacamos los protectores y empezamos a pulverizar a una distancia de 20-25 cm. ¡Ojo! Importantísimo que la habitación esté bien ventilada.
Es mejor pintar varias capas delgadas, pues evitamos que la pintura gotee, y en líneas rectas. Pulverizamos hasta que la superficie que se vaya a pintar quede bien cubierta.
Ya sólo queda
quitar las cuerdas y puntillas, poner una vela en el interior y disfrutar de
nuestro trabajo.
Bonitos, ¿verdad?
A ver si os
decidís a hacerlo vosotras y me los enseñáis.
Enviadme fotos o los enlaces de vuestros blogs si es que lo publicáis.
¡Hasta pronto!
Que Bonito y originales te han quedado los botes.
ResponderEliminarUn besazo
gracias Marta, a ver si te animas ha hacerlo, si son para Navidad también se puede usar pintura dorada o plateada...
EliminarBesos.
Com sempre, artistassa!
ResponderEliminarMoltes gràcies... petonets
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