Transformar una caja de vino

viernes, 11 de octubre de 2013


¡Hola!
Hoy os quiero enseñar cómo transformé una caja de vino, de las de madera, en una caja para guardar puntillas.

Hace ya más de dos años (lo sé por la fecha de captura de las fotos y concretamente era mayo del 2011) tenía una caja de vino, de ésas que te suelen regalar para Navidad. Y pensé: "Me va a ir genial para guardar las puntillas bien ordenaditas, que tengo muchas y están metidas en una bolsa de plástico, enredadas unas con otras".
Así que no me lo pensé mucho y me puse manos a la obra. 
Por aquel entonces aunque no tenía el blog, ya tenía la costumbre de fotografiar las cosillas que iba haciendo. Y menos mal, porque gracias a esa costumbre, manía, o lo que sea, ahora tengo fotos de la transformación  -de las que no hice son las del proceso, nunca imaginé que os las iba a enseñar-... Si fuera ahora lo tendría paso a paso todo retratado... je je.

El material que usé fue:
- una caja 
- papel de lija o lijadora eléctrica
- masilla para madera
- pintura 
- cola de carpintero
- papel de regalo
- puntillas, pero también pueden servir cintas, cuerdas, etc.




Primer paso: Retiré el asa de cuerda que llevaba la caja. Podéis observar en las fotos que la caja estaba separada en tres compartimentos a lo largo. Mi idea era hacer dos y a lo ancho, de modo que procedí a retirar los separadores y  a cortar uno de ellos según la anchura interna de la caja.

Segundo paso: Como la caja tenía el sello de la empresa gravado en la madera, tuve que rellenarlo con masilla para que quedara igualado. También miré si había algún nudo en la madera, que a veces tienen pequeñas grietas y las rellené con la masilla. Y, también muy importante, rellené las ranuras por donde encajaban los separadores que había quitado, ya que no los iba a utilizar.

Tercer paso: Una vez la masilla estuvo bien seca, tomé la lijadora eléctrica y empecé a lijar muy bien la caja, por dentro y por fuera. Primero usé un grano un poco grueso, después acabé lijando con un papel de lija muy finito, para que la madera quedase bien suavecita. Con un trapo un poco húmedo la limpié de polvo.

Cuarto paso: Pinté la caja. El color escogido fue el  verde manzana, pués quería un color alegre. Le di dos manos de pintura y la pinté también en el interior.

Quinto paso: Con el papel de regalo procedí a forrar el fondo de la caja y el separador. Para ello extendí la cola con un pincel, puse el papel, lo estiré ayudándome de una espátula y le pasé una capa de la misma cola por encima, para que quedase reforzado y a la vez protegido. 

Sexto paso: Encolé el separador en el centro de la caja

Séptimo paso: Decoré el exterior de la caja con el mismo papel que había usado para el interior, pero aquí no le puse la cola encima del papel. Añadí puntillas a gusto, y cuando ya lo di por acabado... barnicé todo el exterior de la caja con barniz transparente semi-mate. De esta forma, papel y puntillas quedaron más fuertes y protegidos, ya que la caja iba a de tener mucho uso. Añadí el tirador que llevaba de origen la caja (aunque cualquier día lo cambio por uno más bonito) y...
¡Listo! ¡Caja acabada!

Bueno, hay que añadir un pasito más, con unos cartones forrados con el mismo papel hice unas "bobinas" para poder enrollar las puntillas y que quedasen bien recogiditas.

Y ahora sí... ¡Esto es todo!










Una muñeca de trapo que ya vive en Japón

martes, 8 de octubre de 2013


¡Hola chicas! 

¿Japón...? ¿Pero, si está muy lejos? -Pensareis-. Y... ¿Cómo se ha ido tan lejos esta muñeca de trapo?,

Pues muy fácil... me la encargó mi prima para regalársela a la hija de unos amigos japoneses que viven allá y que han estado de vacaciones en nuestro país... ¡Ya está! explicación simple y sencilla. ¿No?

Lo importante es que la niña -según me han dicho-, está encantada con su muñequita.

Esta vez la he hecho con unos cuantos complementos...
Un vestido reversible, de modo que con una sola pieza salgan dos vestidos. ¡A las muñecas presumidas les encanta cambiarse de ropa! Una falda de bailarina con unas  alas blanditas de mariposa a juego, para ponérselo cuando le apetezca bailar. Un disfraz de Súper-Muñeca para los momentos en los que ha de salvar al mundo: lleva una súper-capa de heroína, un súper-cinturón para los súper-poderes y un antifaz para esconder su identidad... y como que, después de jugar todo el día, está muy cansada, tiene, también, una cálida mantita y su almohada para dormir toda la noche al lado de su amiguita... ¡Y todo esto va en una bolsa,  para poderlo guardar todo!!!

Por cierto, intenté darle aspecto de "niña japonesa" así que le bordé los ojos rasgados, y le hice un peinado imitando el pelo lacio que tienen las niñas niponas y al que añadí unos detallitos de flores y lacitos.
Genial, ¿no?  ¡Hasta yo querría una!!!


Mirad, mirad... y si os gusta pues mejor!


La muñeca está confeccionada con telas de algodón, aunque alguna puede llevar algo de mezcla. Para el pelo usé tela de polar, que es muy suavecita. El relleno para el cuerpo es de guata. Mide unos  35 cm. aproximadamente.






 

El antifaz está realizado con fieltro. El cinturón que le aporta los súper-poderes y la súper-capa están confeccionados con tela de algodón y rasete brillante. La capa y el antifaz son reversibles.


La falda elaborada con tul lila, las alas de mariposa son de fieltro y rellenas con un poco de guata. Todo decorado con aplicaciones de flores.


Este vestido es reversible, ¡Dos por uno! Es un vestido recto de talle bajo con vuelo en la faldita, hecho con telas de algodón. 
La mantita esta realizada con la misma tela de algodón de la capa y forrada con tela polar, para que sea muy calentita. Hay también la almohada a juego, rellena con guata.


Todos los complementos caben en la bolsa con asas confeccionada para ello.








Bolsos, otra vez para Eli

jueves, 3 de octubre de 2013


¡Hola Chicas!


¿Recodáis a   Eli Marín?  , es ilustradora, y el año pasado me encargó unos bolsos sobre los que luego ella hizo estampar una de sus ilustraciones. 

Pues bien, este año ha repetido.

Este verano me encargó más bolsos.

Escogió el mismo, el modelo de bolso que el año pasado: con las lonetas que tenía en stock realizó las combinaciones de colores que quería y luego los confeccioné.

Han quedado preciosos, aunque esté mal que yo lo diga. Ahora sólo falta que les ponga su ilustración...¡¡¡ Y ya serán la caña!!!

Cuando los tenga acabados os indicaré dónde podéis encontrarlos, por si os gustan y queréis tener uno.


Os dejo las fotos.
















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