¡Hola!
¿Qué os parece esta
gallina? Ja ja ja.
Fea ¿Verdad? ¿Y el
pato? Tres cuartos de lo mismo.
Los hice con mi hija Mariona cuando ella debía tener
trece o catorce años -ahora tiene veintiséis.
Están realizados con pasta de moldear de secado al aire. La
compré en una tienda de manualidades y, por aquel entonces, para mí, era una
auténtica novedad.
Ella me ayudó a moldear. Una bolita para la cabeza, dos
más chiquitas para los ojos, las plumas, el pico...
Cuando estuvieron secas, yo me dediqué a colorearlas con
pinturas acrílicas. Intenté poner muchos detalles y mucho color.
Todo lo pinté a mano alzada y con paciencia. De todos
modos, si los volviera a hacer, cuidaría más los detalles. Es lo que tiene la
experiencia, que nos vuelve un poco más perfeccionistas.
El estampado que pinté es un poco del estilo clásico de
las telas provenzales...
Con el tiempo se han descolorido un poco unas partes más
que otras, y se han ido rompiendo las plumas, la cresta... Pero van
sobreviviendo al paso del tiempo.
Y eso es todo por hoy, espero que os haya
gustado
¡Nos vemos pronto!
Hola Viky, yo también tengo cositas hechas hace años que les tengo mucho cariño, son cosas que tienen tanta carga emocional que para mi son objetó de un valor inestimable por recordarme momentos y personas y sentimientos, son como unas especie de fotografías tridimensionales que están llenos de buenos recuerdos. En cuanto tu gallinas ya apuntabas maneras con el pincel hace años, son muy coloridas y alegres.
ResponderEliminarUn abrazo y feliz verano.