¡Hola!
Voy a explicaros cómo de dos pequeñas libretas
usadas he hecho una y además con las tapas personalizadas.
Tenía dos libretas pequeñas, tamaño A6, es
decir unos 10 x 15 cm, que estaban a medio usar y decidí convertirlas en una sola.
Lo primero que hice fue arrancar las hojas
usadas, con esto reduje el grosor de las libretas y que resultara más sencillo
poder hacer una.
Acto
seguido quité las espirales, para ello y ayudada de los alicates estiré uno de
los pequeños dobleces que tienen en los extremos y lo dejé en forma redondeada
para facilitar la extracción. Después es fácil, sólo hay que ir girando el
espiral con cuidado hasta que llega al final.
Cuando acabé de sacar las espirales, aparté
las tapas y junté las hojas de las dos
libretas para formar un solo grupo, con cuidado de que no se movieran. Para evitar
que se muevan se pueden sujetar con un clip de pinza o algo similar, aunque yo
no utilicé nada, sólo tuve cuidado mientras las manipulaba.
Y llegó el momento de decorar las tapas.
El material que usé para ello fue:
- Restos de papeles estampados y un sello de correos usado.
- Un trozo de puntilla y de cinta zigzag (ondulina).
- Regla, cúter y tijeras.
- Cola blanca, un pincel, un poco de agua y un trapo.
- Una aguja lanera y un palillo de pincho.
- Y, evidentemente, la portada y contraportada de la libreta, o sea, las tapas.
Tomé las medidas de la tapa y añadí unos tres centímetros
de más a todo alrededor y corté dos trozos iguales. Estos centímetros de más por cada lado son los
que servirán para hacer los pliegues hacia el interior.
También hice unos cortes es las esquinas, cómo
podéis ver en la fotos.
Preparé la cola, para ello puse tres partes de agua y una de agua y lo mezclé. La proporción la hice a ojo, ya que sólo es para que la cola no sea tan espesa y no cueste tanto extenderla.
Extendí la cola con un pincel sobre la tapa de
la libreta y la coloqué encima del papel. Pasé un trapo por encima para que
quedara bien adherido a la tapa y para que no quedaran burbujas de aire. Después encolé las pestañas y las doblé hacia
el interior.
Continué decorando la portada.
Para ello añadí un papel estampado con flores, un trozo de puntilla, un trozo de ondulina… a todas las medidas les añadí los tres centímetros por lado para poder hacer el doblez hacia el interior. Ah! Y le puse el detalle de un sello de correos usado, este era de un paquete que me llegó de China.
La parte interior, es decir, la otra cara de
las tapas las forré con un trozo de otro papel. La medida de éste es medio
centímetro más corto que la medida de la tapa.
Para dar un acabado perfecto, durabilidad y
protección a la libreta extendí la cola por toda la superficie, exterior e
interior. Di varias capas, creo recordar que al menos tres, si no fueron
cuatro. Entre capa y capa esperé a que estuviese bien seco. A veces, al poner
la cola, el papel se arruga, pero no hay
que preocuparse, a la que se seca vuelve a estirarse y queda perfecto. La cola también le da un brillo satinado que a
mí, personalmente me gusta mucho.
Cuando estuvo perfectamente seco, hice los
agujeros, ya que habían quedado tapados por las capas de papel.
Para ello me ayudé de la tapa de la otra
libreta, la que no iba a utilizar, la puse
encima de la tapa forrada y, primero con una aguja lanera para marcar los
agujeros, y después con un pincho de madera, fui abriendo de nuevo los
agujeros.
Solo quedaba volver a poner la espiral, poco a
poco, girando hasta llegar al final,
doblar el extremo con unos alicates y ...
¡Listo!
Una libreta súper chula y además única. ¿Te
animas a hacer la tuya?
Y si lo haces, ¿me la enseñarás?, ¿Si?
¡Gracias!
¡Nos vemos pronto!
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Vicky
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