¡Hola!
Ya estaba cansada de ver mis pinceles metidos en un simple tarro de cristal, de esos que contenían mermeladas, judías o espárragos y que, al menos yo, guardo para reciclarlos y darles otro uso.
Ya estaba cansada de ver mis pinceles metidos en un simple tarro de cristal, de esos que contenían mermeladas, judías o espárragos y que, al menos yo, guardo para reciclarlos y darles otro uso.
Pero, como os iba
diciendo, ya estaba casada de verlo allí, transparente y lleno de pinceles, que
útil si que lo era, pero insulso, también. Así que decidí transformarlo.
Os quiero enseñar cómo
darles vidilla. Usaremos un poco material, un poco de tiempo y un poco de
paciencia...Y ya veréis que el resultado es bastante gratificante.
Vamos allá.
- Bote de cristal
- cola blanca
- pincel
- papel estampado, si es finito
mejor, yo usé restos que tenia de la marca Decopatch
- tijeras
- un poco de agua y
- recipiente pequeño, por ejemplo
una tapa o un platito, para mezclar la cola con el agua.
PASO 1: Cortad el papel
en trozos pequeños de diferentes medidas. Yo los he cortado de forma geométrica, casi todos son de formato rectangular, pero con diferentes anchos y largos.
PASO 2: Mezclad dos
partes de cola blanca con una de agua. No hace falta que sea exacto, hacedlo a
ojo, eso sí, tiene que haber más cola que agua.
PASO 3: Aquí empieza la
transformación, pegar los trozos de papel en el tarro. Para ello utilizad el
pincel. Pintad una parte del bote por donde queráis empezar con la mezcla de
cola y a continuación poned el papel encima. Para que quede bien adherido ir
dando golpecitos con el pincel. Esto sirve para quitar las burbujas de aire y
que el papel quede bien estirado. Pasad una capa de cola por encima del papel, para que quede bien adherido al cristal.
PASO 4: Seguid añadiendo
trozos de papel, colocadlos a tocar unos con otros e id cubriendo todo el
tarro.
PASO 5: Cuando esté
totalmente cubierto, dad una capa uniforme de cola por encima y dejar secar.
Cuando la cola está seca queda totalmente transparente y con un brillo
satinado. Esto sirve para proteger el papel.
Cómo me gustó el
resultado no me pude contener y mientras se secaba uno, empecé a hacer otro, y
ya veis, ahora los pinceles lucen más bonitos en sus tarros decorados.
Hay un paso opcional, si
queréis, con un rotulador de punta gruesa podéis pintar las líneas de
separación entre los trozos de papel, o podéis simular puntadas como si de un
trabajo de patchwork se tratara... ¡¡¡Imaginación al poder!!!
Y eso es todo ¡Nos vemos
pronto!
Qué bonitos y coloridos que te han quedado Vicky.
ResponderEliminarSuper vistosos y alegres.Vaya nota de color!!!
Bss.
A que sí, y se hacen en una ratito... Con un poco de ganas se pueden hacer grandes cambios!!!
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